NUESTRA HISTORIA
por Aaron Sztarkman
Empezamos la banda Carlos (guitarra), Javier (batería) y yo (bajo) a mediados del '92.
Vimos que teníamos montados varios covers bien interesantes y fuimos a preguntar a
La Luna si podíamos hacer ahí nuestro debut. Sólo por el pequeño detalle que no
teníamos nombre, por lo que nos dieron 10 minutos para pensar en uno. Le pusimos
Adrenalina porque en ese momento acababa de salir el Adrenalize de Def Leppard,
una de nuestras bandas favoritas. Por eso el nombre (estaba entre Adrenalina y Soda
Cáustica). Tampoco teníamos cantante, así que nos tocaba preguntarle a Carlos
Chinchilla cada vez que nos salía un toque. Aun así, llenábamos La Luna, que sólo
tenía rock en su menú una vez al mes. A los meses metimos a Moisés, que ya traía
otra mentalidad. Había co-escrito "Ya No Estás" de Broncco, por lo que estaba más
experimentado y esperábamos que eso mejorara la banda. Seguíamos tocando covers,
pero ya con ganas de hacer algo original. A finales de año nos presentaron a Keith, y
ahí fue donde agarró fuego el cañal. Increíble a la hora de cantar (¡podía improvisar
letras en vivo!), no dudamos en invitarlo a la banda. Ya con Keith logramos escribir
varios temas originales (en inglés, porque él es gringo). Keith también halaba bichas,
por lo que nuestra interacción social se incrementó a niveles no esperados. Seguíamos
llenando La Luna todos los meses. Andábamos bien trabados con el Blood Sugar Sex
Magic de los Peppers, por lo que la mayoría de las rolas que escribíamos sonaban a
eso. Un día nos llamaron para tocar en la Teletón del '93. Como íbamos a hacer
fonomímica, corrimos al estudio a grabar dos temas, Rainbow y Sweet Love (hasta
este día, seguimos buscando los masters de esas dos canciones). Lastimosamente, el
resto de temas que escribimos con Keith no fue grabado (si usted posee algún
cassette con grabaciones caseras de algún concierto en La Luna, favor hacérnoslo
llegar). Nos la pasábamos bien, pero como todo lo bueno tiene su fin, esta etapa
terminó a los seis meses de iniciada. Varios miembros nos fuimos del país, por lo que
hubo que empezar de vuelta.
Ya para finales del '93 habían entrado a la banda Hugo (batería), Leo (voces) y Raúl
(bajo, pero era guitarrista en realidad). Esta alineación se pasó varios meses
componiendo lo que sería nuestra primera producción, el Mi Ciudad. Algunos temas
eran los que habíamos escrito con Keith, pero Leo les metió letra en español. Armados
de mucho entusiasmo, los culpables se metieron al estudio de Roberto Salamanca a
mediados del '94. Chente les echó la mano con el mix. Yo ya estaba de vuelta en el
país y me invitaron a grabar el bajo de Sweet Love. El disco lo terminamos de grabar
justo antes que Moisés se fuera del país a estudiar música, lo que dio lugar a que Raúl
pasara a la guitarra y yo entrara de vuelta al bajo. Después de varios sacrificios,
logramos sacar un tiraje de 500 cassettes. Dicho tape pasó sin pena ni gloria, pero en
este momento una copia ya es considerada reliquia.
Salían varios toques, pero debido a compromisos personales de Leo, era como que
existían dos bandas: en los toques de La Luna era de rigor tocar las originales, por lo
que cantaba Leo; en los toques donde se requería sólo tocar covers, cantaba yo. Esta
situación se logró sostener hasta finales del '95, que con Leo llegamos a una
separación amigable (seguimos siendo buenos amigos, no se preocupen).
Les presento a Carlos Galicia, que cantaba en Sagga. Después de varios meses de
conocerlo, le preguntamos si quería cantar con nosotros y nos dijo que sí. A todas
éstas, cuando Moisés venía de vacaciones de la USA, lo subíamos a tocar y también
nos juntábamos para escribir lo que sería el Ni Un Pelo de Inocente. Logramos
contactar a Giacomo, el magnate de Primera Generación, que era donde queríamos
grabar el disco (ahí estaba grabando Broncco y Jardín de Huesos). Esto quedaba en
Guate y cada canción nos costaría la friolera de 1,000 colones, así que empezamos a
ahorrar. Hubo varios toques gloriosos: le abrimos a Def Leppard (se imaginarán la
emoción) y tocamos en el recién abierto Teleférico (de ahí salió la mayoría de la plata
para pagar el disco). Y así comenzó la aventura en Guate. El proceso de grabación es
un conjunto de momentos de los cuales tenemos grandes recuerdos, invitando a
muchos amigos músicos a participar y pasándonosla bien, generalmente. Hubo
muchos sacrificios de tiempo y dinero, eso sí. Cuando nos encontrábamos con alguna
pared, sólo visualizábamos el producto final y eso nos daba fuerzas para seguir
adelante. A mediados del '97 ya teníamos el disco grabado, pero como no teníamos
plata para producirlo físicamente, lo dejamos archivado hasta que llegara el momento
adecuado (o algo de billete).
Pero no nos adelantemos. En 1996 también conocimos a Victoralfredo, un chapín que
era creativo en una agencia de publicidad en El Salvador. Su sueño era hacer un video
musical y que lo pasara MTV Latino, que en esa época era la ley y
programaba música. Nos agarró a nosotros y a Nativa Geranio como conejillos de
indias. El video que terminamos haciendo con él fue el de La Maldita, que ya estaba
grabada, mezclada y lista en la recámara para cualquier eventualidad (con Nativa hizo
el de La Ventana). Cuando tuvo los videos listos, se fue a Miami a las oficinas de MTV
y ahí los dejo. Los dos videos los pasaron en el programa Subterránica una noche de
enero del '97. Ese fue uno de los más grandes momentos de gloria en nuestra
accidentada historia.
No me acuerdo como es que se les ocurrió a varios miembros de la banda ir a dejar el
video al Canal 21 sin antes ir a dejar la canción a las radios. La cosa es que al público
televidente le encantó. De repente, las radios no paraban de llamar para que les
lleváramos la canción y así ponerla en programación. Nadie se imaginó esto,
sinceramente. Nos daba algo de miedo porque no teníamos el disco listo. Llegó un
momento en que el tema era #1 en 9 radios al mismo tiempo. Los conciertos se
llenaban, de la noche a la mañana eramos unas estrellas (en nuestra limitada
mentalidad de jóvenes rebeldes, claro). El tema terminó siendo el #1 del año en varias
radios. El éxito de La Maldita nos ayudó a conseguir financiamiento para sacar la
producción en cassette con varios temas (no los 17 que habíamos grabado), pero
siempre enfocados en que algún día la sacaríamos en CD. Ese 1997 fue el año en que
terminó de consagrarse el rock nacional en El Salvador, con bandas como Broncco,
OVNI, Nativa Geranio, Jardín de Huesos y Bohemia sacando también producciones
de peso. Había festivales y conciertos, todos llenos a reventar con público muy
involucrado y que apoyaba la causa. En Guatemala también éramos la sensación. La
escena ahí tenía mucho movimiento y la gente era muy receptiva, por lo que íbamos a
tocar bien seguido. Muy buenos tiempos, como pueden ver.
Para 1998, nos dedicamos a tocar un montón en el interior del país. También logramos
captar la atención de Don Billy, que movía bandas salvadoreñas (de cumbia) en EEUU
y que quería invertir en el disco que teníamos archivado. Logramos un acuerdo de
producción de CDs y distribución en el área centroamericana. Finalmente, teníamos el
disco en nuestras manos. Ya con ese sueño cumplido, comenzamos a trabajar en
la siguiente producción, para la cual habíamos conseguido un contrato con DIDECA de
Guatemala, quienes también querían meterle mano a La Maldita. Sería un disco
recopilatorio (que incluyera La Maldita en varias versiones) y otros temas nuevos. Ahí
es donde está La Bacha, un éxito en los conciertos que nunca fue éxito en las radios
por razones obvias. Este es el único tema que escribimos entre todos y que permanece
como mi momento favorito de toda esta historia. El disco, que al final se llamaría SA de
CV (Sociedad Anónima de Corazón Variable), salió el mismo año y se distribuyó
solamente en Guatemala, aunque algunas copias lograron aparecer en varias tiendas
de El Salvador. También le abrimos a Bunbury y a ANIMAL, entre otros conciertos.
En ese mismo año (1998) metimos a Kike en la batería y a Jerry Yes en producción/
stage manager/otras yerbas. La banda, ya con seis integrantes, daba miedo. No es por
nada, pero sonábamos muy bien (ensayábamos bastante). También nos dio ganas
de grabar una canción con Broncco, nuestros héroes. La canción terminó siendo un
disco entero, el Kaleidoscopio, que fue escrito y grabado en El Salvador entre
músicos de las dos bandas. Esta producción también incluye varios temas memorables
de Broncco como Sueño. El disco lo sacamos a finales del '98, pero fue en el '99 que
hizo toda la buya. En este CD está Mamasssita (una oda a la mujer salvadoreña) y
Ángel de Luz, que se convertiría en un éxito radial ese mismo año. El video de
Mamasssita lo grabamos en el centro de San Salvador, siempre con Victoralfredo, e
incluye la aparición de una connotada presentadora de televisión nacional quien, al ver
la versión final del video, nos prohibió revelar su nombre. Aprovechamos toda esta
nueva coyuntura para poner en las radios Oscuridad, un tema del Ni Un Pelo de
Inocente (y del SA de CV), que fue muy bien recibida por la grada. Gracias a esta
canción, nuevamente teníamos un hit. Ese mismo año también hubo premios
Pentagrama (los Pentagrammy, de cariño) y ganamos los cuatro a los que estábamos
nominados. Creo que fueron Mejor Banda, Mejor Canción (Angel de Luz), Mejor
Disco (Kaleidoscopio) y otro del que me falla la memoria. También le abrimos a
Maldita Vecindad en Guate. Fue otro buen año.
Entre finales del '99 y el 2000 ya habíamos empezado a trabajar nuestra
quinta producción, pero en eso se dio una secuencia de decisiones que, aunque en ese
momento se consideraban acertadas, tuvieron consecuencias cataclísmicas. En
especial, la decisión de sacar de la banda a Galicia y a Raúl. El trauma entre nuestro
círculo social no se hizo esperar. Hubo demandas, contrademandas y hasta amenazas
de muerte.* Por si fuera poco, nos halamos a un cantante que nos duró apenas unos
meses. Era el principio del final.
Aun con todo ese novelón, seguíamos metidos en el estudio grabando lo que sería el
Vámonos Juntos. Aparentemente, Don Billy había tenido éxito con el Ni Un Pelo de
Inocente allá en el norte y nos ofreció financiar esta siguiente producción. Invitamos a
muchos artistas amigos y el disco terminó siendo (otra vez) una fiesta de música
nacional. Nos halamos a Davidsito de cantante, con el cual tuvimos varios toques muy
interesantes. Mención honorífica merece aquel Bikini Open organizado por la YXY un
Domingo de Resurrección en la Costa del Sol (todo esto suena a un gran relajo). Con
todo y todo, el disco logró salir a mediados del 2001. Pero para ese tiempo, la suerte ya
estaba echada. Tensiones y agendas personales terminaron de separar a la banda. Lo
único que pudimos hacer para acabar con dignidad en octubre de ese año fue
presentar el Vámonos Juntos en La Luna, el lugar que nos vio nacer. Ese toque sería
el último oficial de la banda. Los sobrevivientes: Carlos y Moisés en las guitarras y
teclas, Hugo en la batería, percusiones y el Groovebox y yo en el bajo y la voz
principal. Puedo decir, con la mano en el corazón, que ha sido uno de los toques de mi
carrera que más he disfrutado.
¿El premio a todo esto? Varios, empezando con la fanaticada. Poco se puede
comparar a que varios cientos de personas coreen los temas que has escrito y te
apoyen para seguir haciéndolo. O el título que El Faro le otorgó al Ni Un Pelo de
Inocente como Mejor Disco de la Historia de El Salvador en 2012. Pero sobre todo,
los momentos vividos entre nosotros y todos los músicos y personajes con los que
compartimos estudio y tarima. Como dicen por ahí, lo bailado nadie nos lo quita.
Durante los años, ha habido un par de conatos de reunión, pero nada oficial ni digno de
la fanaticada que tanto nos ha apoyado. Esta página es una manera de mantener vivo
el legado de la banda, a falta de una reunión adecuada. Ya se dará. El fútbol, como la
vida, siempre da revanchas.
Actualización (7/3/18):
LA REVANCHA
Quince años después de la rocosa separación, varios miembros de la banda que tenían
un buen rato de no hablarse hicieron las paces y se metieron inmediatamente al
estudio a grabar demos. Empezamos a confabular nuevamente: ¿A quiénes llamamos
para armar las canciones? ¿Nos llamaríamos Adrenalina otra vez? ¿Qué sacaríamos?
¿Un disco, un EP, un EP doble? No se sabía en qué terminaría todo y eso era parte de
la aventura. La mayoría vivíamos en países diferentes, pero muchos de los obstáculos
que habíamos tenido en los 90s habían ahora desaparecido. La tecnología nos daba
hoy la libertad de grabar y mezclar en nuestras propias casas, en masterizar vía correo-
e, en distribuir a las plataformas de streaming que quisiéramos. La revancha estaba
servida. Después de varias pláticas, los culpables del retorno de Adrenalina seríamos
Galicia, Carlitos Walter, Moisés, Hugo y yo, con el aderezo de Jerry Yes en la
batería en varios temas.
Luego de casi tres años de producción, mezcla, masterización, post-producción y otros
dramas (la confirmación de que seguíamos siendo una banda de rock), estrenamos "El
Nues", el primer disco de un grupo de rock salvadoreño grabado de forma
remota. Debido a la distancia, cada uno grabó sus partes por separado: alguna baterías
fueron grabadas con Hugo en Romper Room Recording en Los Angeles, el estudio
del legendario Matt Pacucko (Def Leppard, Rage Against the Machine). Otras
baterías fueron grabadas por Jerry Yes en El Salvador. Los tracks de bajo fueron
grabados por su servilleta en Washington, DC y Berna, Suiza, las voces por Galicia
en El Salvador y las guitarras en Wisconsin gracias a Carlitos Walter, quien también
se encargó de la armazón y mezcla de los temas. El disco salió en julio del 2017
solamente en formato digital y ha sido distribuido en las plataformas de streaming y
tiendas de música digital más populares. A finales de ese mismo año, "El Nues" sería
lanzado en formato físico, junto a nuestra primera recopilación "Sólo Monazos", que
incluye nuestros temas más conocidos de la época 1992-2001. Estos lanzamientos
coincidieron con un mega concierto que realizamos con nuestros bróderes de Nativa
Geranio y Jardín de Huesos en el ahora extinto Scenarium. Fue un momento en
extremo emotivo, probablemente el concierto con más público que hemos tenido hasta
ahorita.
En el 2018 nos concentramos en subir más música a las plataformas digitales. En abril
sacamos “El Segundo Round” un EP en vivo que incluye la parte acústica de ese
último glorioso concierto en Scenarium. A medio año vio la luz “Lo Que Es”, un EP
doble con versiones acústicas y eléctricas de varios temas de “El Nues”. En este
último, Carlitos Walter se lució con toda la producción. También tiramos “Es Todo
Legal 2” y “Chicas”. En el 2019 hemos lanzado ya “El Alacrán” y, de manera secreta,
“El Blues de Boba Fett”, cuatro sencillos que irán en “El Nues”, nuestro séptimo LP.
Gracias a varios conciertos que hemos tenido en estos últimos tres años, nos hemos
dado cuenta del error que fue separarnos y dejar de hacer música. El cariño que la
fanaticada nos sigue mostrando es inmensurable y nos da más ganas de seguir
produciendo música. Extrañábamos mucho eso. Por el momento tenemos planes de
sacar un LP más y los dos conciertos que tuvimos en el 2017. Hay Adrenalina para
rato.
*: Mentira. Escribí esto solo para darle un poco de drama a la historia. Sólo fueron unos
cuantos intercambios verbales, pero no nos fuimos a los puños ni nada de eso. Bueno,
ahora que me acuerdo, SÍ hubo una amenaza de muerte pero no fue entre nosotros,
sino de un personaje que, por obvias razones de seguridad, permanecerá en el
anonimato.
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