Ay!, Juana, por qué será, qué tipo de mujer eres? Mas si me quieres, mamá, te enseño como se quiere.
Mira que loca!
Y yo queriéndola tanto.
Un día buscándola, encontré su antro de intrigas. Me enteré de la verdad, tenía una doble vida un novio de Panamá, dos socitos de la timba, tres franceses y además cuatro negritos mandingas. Lo que más duele es estar yo comiendo tanta vaina, compay.
Ay, que loca!
Que la quiero tanto!
Que Juana estaba loca, loca se volvió y para vestir santos, Juana se quedó. Porque esa prieta señores, esa prieta me engañó.
Vaya Juana, vaya Juana!
Y para vestir santos, Juana se quedó.
Que Juana estaba loca, loca se volvió.
Yo pensando que era santa y en diabla se convirtió.
Oye, que mira, Juana me dejó.