Bienvenidos al glorioso sonido de Exnovios: pop impuro y contundente, con fuzz y sonrisa de oreja a oreja, con melodías increíblemente brillantes y un claro amor por hacer música. Sus canciones transpiran en cada nota una especie de abanico transgeneracional abarca desde el pop clásico español de los 60 hasta el mejor rock-garage neo-psicodélico de los últimos veinte años.
En el ADN de sus melodías y arreglos se ven destellos de los Smiths, los Byrds, Spiritualized, los Saicos, Suicide, la Brian Jonestown Massacre o los Jesus and Mary Chain. Al trasladarlos al universo y la sonoridad del castellano se añade una interesante dimensión: la de sus letras de ensoñación pero también de desengaño y euforia, que casan a la perfección con esos ácidos sonidos.
Juan y Tamu usan pedales de voz que proyectan una imponente y hermosísima reverb, un aspecto fundamental en su sonido. Sus melodías -a menudo en fabulosa armonía vocal- tienen mucho que ver con las soleadas tonadas del mejor pop clásico nacional de Los Brincos o los Pekenikes.
Tras dos discos que son ya piezas de culto, editados por Analog Love y el Nébula Records, la banda sigue ofreciendo canciones que te arrancan una sonrisa. Como dicen sus amigas Melenas, “estos son los únicos Exnovios a los que siempre querrás ver”.
