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Joropo Rock: donde el llano se mezcla con la ciudad
Desde muy pequeño, por tradición y herencia, Guillermo Díaz se enamoró de la música llanera; su familia se convirtió en su principal influencia pues su papá era cuatrista, su mamá era música de profesión y su abuelo era pianista y compositor.
A los diez años descubre el género Grunge que lo motivó a convertirse en guitarrista eléctrico de varias bandas durante su época de colegio. Más adelante se traslada a Bogotá para estudiar música con énfasis de Jazz en la Pontificia Universidad Javeriana, donde obtuvo el grado de guitarrista.
En 2009 muere su padre y marca la necesidad de regresar a sus raíces; así nace la idea de conformar El Cuatro, junto a Andrés Leal -quien se desempeña como guitarrista de MORAT- pero el sonido inicial, no era el que Guillermo deseaba; esto lo llevó a tomar una pausa en el camino, la banda se disolvió y durante ese proceso, con la ayuda de varios amigos productores, descubrió que su sonido debía ser una fusión de sus raíces, el joropo con su pasión por el rock, dando como resultado la original propuesta de El Cuatro: el “joropo rock”
A partir de ahí, arranca la puesta en marcha del segundo disco que tomó más de 2 años de concepción, encontrar el concepto estético y el sonido correcto para plasmar la esencia de El Cuatro; de esta forma se conforma el formato Power Trío de El Cuatro, con dos compañeros de la universidad, llevando la esencia más grunge, más rock, más sabana, más real.
El Cuatro se convirtió en la forma en la que Guillermo pudo expresar su verdad sobre cómo ve la vida, la forma de escribir, la forma de sentir la música a través de un concepto sonoro. Cada canción es un pedacito de ese proceso de mirarse al espejo, sin importar que a menudo cuando uno se mira no le gusta lo que ve.
